sábado, 27 de marzo de 2010

LAS INTERIORIDADES DE LOS ENCASTES



Manuel Jiménez "Chicuelo", el sevillano, decía una frase referida al comportamiento de estos ejemplares: "Los COQUILLAS son dulces como rosquillas y picantes como guindillas".  Esta frase, si se tiene en cuenta, es el fiel reflejo del comportamiento de los mismos; suelen ser toros con mal humor y se ponen en guardia cuando notan presencia extraña. En el cercado que pastan, comenzando a pelearse entre sí a las primeras de cambio, al llegar a la edad adulta se acentúa la agresividad, que desde pequeños demuestran, se vuelven cada vez más peleones y mantienen los enfrentamientos durante todas las épocas del año, de tal manera, que las bajas son elevadas, y, en la mayor parte de los casos, los porcentajes son superiores a los que tienen otros encastes.


En cuanto a los sementales, lo más importante no es que tengan buena morfología, ni que desciendan de una buena familia de la ganadería, incluso que su comportamiento en la tienta, fuera espléndido. Todo ello de entrada, es imprescindible, pero no resuelve el problema principal, que el ejemplar en cuestión  transmita sus buenas cualidades de heredabilidad a las siguientes generaciones, la comprobación, suele estar llena de sorpresas. Encontramos sementales que dan un alto porcentaje de hijos e hijas muy bravos, muy variable, de unas camadas a otras, que dan mejor los machos que las hembras, o, viceversa, por eso, en éste difícil oficio de ganadero, siempre estamos aprendiendo.

Esta  semana la pasaré en Encina Hermosa, rodeado de COQUILLAS. Hasta la vuelta, un saludo. 






Les muestro un cartel del 9 de Agosto de 1.906, esta vez, es de SALTILLO.


                                                                                                            

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