Los seguidores de este encaste, se habrán preguntado, que hace un ganadero criando algo, de lo que sabe va a tener dificultades en su venta y que además tendrá que resignarse a la hora de lidiar en Plazas importantes. El problema de las caras, el del peso a mí no me afecta pues lo mío tiene mucha caja y el Raboso lidió, en Las Ventas, corridas de toros sín ningún problema de peso, pero el aficionado tiene que decidirse que quiere ver en el ruedo, el toro con cuernos terroríficos, ó, cada encaste con sus virtudes y sus defectos. En la foto Pañofino, Vistalegre, Miguelín toreando.-
Pero cuándo uno observa en los Coquillas el grado de humillación, la entrega en las embestidas, la largura de las mismas, se olvida de todo lo anterior y hacen que uno sea ganadero de este gran encaste desde hace 28 años, cuando por el contrario lo fácil hubiera sido abandonar, a lo de todos, y cosechar triunfos lidiando en las Ferias importantes con las figuras. Pero como éso va en contra de mis principios, es más, Vdes. a medida que vean el comportamiento descripto a lo largo de la vida del blog, vaticino que se harán seguidores de COQUILLA, hasta la médula. En la foto un Español, Venta del Batan, Luis Miguel Encabo toreando.
Zorrito, Plaza de las Ventas. Miguel Rodríguez toreando
Es de elogiar a los ganaderos que crían un toro que les llene sin pensar en la salida comercial de sus camadas. Nada más por el placer de verlos embestir creo que merece la pena embarcarse en esta aventura.
ResponderEliminarSaludos.
Isa Molina-enbarrera.blogspot.com
Cultura taurina ganadero, cultura taurina. Cada encaste, cada ganadería, tienen sus características y ahí el aficionado ha de ir a la plaza con la lección "morfológica" aprendida.
ResponderEliminarUn cordial saludo.